(emm no se que calificacion le pondria y como no se les cuento que tiene contenido sexual)
Summary: Como me llamo Rosalie Hale juro conseguir la atención y algo más de ese muchachote moreno y sexy que tanto deseo…La promesa ya está hecha con la canción que le hará temblar por mí.
POV Rosalie
Ese sujeto era el tipo más atractivo que había visto en mi vida, con ese pelo negro y esos ojos color amatista deslumbraba a cualquier mujer; parecía medir 1.90 y su estatura era justamente tan imponente como todo su cuerpo escultural. A través de la blusa blanca abotonada y pegada a su pecho podías distinguir toda su tableta hasta llegar al comienzo de ese triangulo que se les formaba a los hombres en el bajo vientre, el cual acababa en su…
Trague en seco imaginándome a ese imponente hombre encima mía con esos hombros anchos frente a mí y di gracias a dios porque no llevara puesta la típica chaqueta que llevarían los hombres en una boda.
Dios todo poderoso ayúdame con este hombre-rogué internamente cruzando la pista de baile del salón de bodas de mi amiga Alice; nunca había tenido demasiada suerte con los amores y tampoco me sentía demasiado hermosa como para tener la suficiente autoestima de ligar fácilmente así que eso había imposibilitado muchas oportunidades maravillosas pero ahora rogaba por todo lo más querido que este hombre se fijara en mi.
Era maravilloso mirases por donde lo mirases, con esa gran sonrisa de dientes blancos que ofrecía al novio como su mejor amigo, era simplemente encantador.
El tipo miro en mi dirección sin mucho interés y volvió su mirada a otro lado; seguí la dirección de esa mirada instintivamente y me llevo hasta una chica de pelo rubio que bailaba de muerte junto a un chico realmente hermoso.
Me acerque al tipo un poco intimidada y le dije “hola” en un susurro, sus ojos se posaron en mi un segundo para alzar las cejas como contestación y volvió a mirar a la pista de baile
¿Qué quiere? ¿Ver bailar a las chicas? Pues yo llamaría su atención con mi más atrevido baile, porque hoy Sí pensaba conseguir que alguien se fijara en mí.
Fui hacia el DJ atravesando toda la pista llena de gente bailando y al llegar a su lado llame su atención, entonces le pedí una de mis canciones… “Te siento de Wisin & Yandel”
El chico asintió con una sonrisa y busco la canción en el portátil para la mesa de mezclas y con eso me fui hacia mi chico, justo frente a él en la pista espere a que la canción comenzara con ritmo acompasado.
Mis caderas automáticamente se pusieron en movimiento lento y sensual, baje lento hasta el suelo con el comienzo de la letra de la canción, la cual me la sabia de memoria…
Con la palabra “Desnudarte” de la canción mi mano se alzo hacia el chico que me miraba con ojos bien abiertos, mi dedo se cerró llamándolo silenciosamente hacia mí.
El abrió la boca pero no dijo nada, silencioso se acerco a mí y paso su mano por mi cintura lentamente.
-Encantado de conocerte…-dije sensualmente
-Emmett para servirla-contesto mirando mis ojos.
-Rosalie para Sentirte-murmure sobre su oído.
Abrí sus piernas para poner la mía entre las suyas y pegarme lo más que podía a su cuerpo caliente mientras movía las caderas bajo sus manos, su sexo pegado a mí estaba tan caliente como él mismo; que me veía a la cara con demasiada atención.
Se acerco a mí lentamente hasta tomar mis labios entre los suyos con nuestros cuerpos aun en movimiento bajo el hechizo de la música latina que resonaba en toda la pista. Su lengua acaricio mi labio lentamente con dulce tacto, así me separe de él un segundo para poner mis manos alrededor de su cuello y colocar mi boca a escasos centímetros de su oído.
“No puedo ya disimular (no, no), te toco y empiezo a temblar, empiezas tu a desnudarte…me miras y me pides mas”-le cante en voz baja sobre la música mientras me movía si se podía, mas pegada a él que antes.
Su mano paso a mi cuello y me beso fieramente, con lengua audaz y deliciosa, entonces se separo de mí y en mi oído dijo “Yo solo sé que Te siento” con la letra de la canción en sinfonía.
Me gire lentamente para poner mi espalda contra su pecho y mi trasero contra su sexo, como si fuera cosa de imanes sus mano fueron a mi cintura rápidamente empujándome a él mas y mas mientras bailaba con la música, moviendo mis caderas, meciéndome bajo sus manos.
El suspiro que emitió un segundo después casi parecía un gruñido cuando sus manos me abrazaron por entero, pues ahora el que quería poner el ritmo era él, que me movía sensualmente con movimientos que me hacían sentirlo mas y mas, su sexo estaba a punto de reventar.
Le sonreí en silencio, me gire sobre mí y baje mis manos a su cintura como abrazándolo levemente mientras como podía hacia que andará hacia la pared detrás de él como sujeción para lo que intentaría hacer.
“¿Ella se siente muy excitada y me toca alocada?”-pregunto él como si fuera el cantante de la canción alzando una ceja.
Asentí empujándolo contra la pared ahora que sabía lo que me proponía hacer con él hoy y siempre, bese su mejilla, su frente, su nariz y su boca por ultimo saboreando sus ansias por mí.
-¿A qué esperas para hacerme tuya?-pregunte sobre la música.
Su mirada me atravesó, calentó mi piel con solo rozarme, parecía un cachorro hambriento cuando abrió la boca buscando aire para sus pulmones.
-Joder, eso no hace falta preguntarlo…ahora mismo serás mía-me giro bruscamente para quedar de espaldas a la pared con él tapándome las vistas gracias a su estupenda espalda, ancha y vigorosa era exactamente la indicada para un hombre.
Sus labios se acercaron a mi piel y con un beso sobre mi cuello me derritió por completo antes de comenzar la verdadera acción; mis piernas temblaron levemente cuando sus labios tocaron los míos como la brisa de primavera, tan imperceptible el primer toque de estos dos y tan delicioso y exquisito a la vez.
-Me vuelves loco-murmuro a escasos centímetros de mí.
-Me haces temblar-le conteste sonriendo.
Baje los parpados con su nuevo beso, este más tierno que el anterior, el baile de antes parecía un sueño lejano…de cuerpos en llamas a tiernas caricias de novela. Sus dedos rozaron todo mi costado, mis brazos y mis hombros antes de llegar a mis mejillas ardientes.
Mis manos sin cavilaciones se fueron a su camisa, probando su pecho bien formado como si fuera mío, necesitaba sentirlo, le quite el primer botón y luego el segundo, pero algo me impidió seguir con el tercero.
-Más lento ricura-susurro Emmett en mi oído.
Me mordí el labio y asentí tomándolo del brazo para ir dentro del cuarto de baño y terminar con esto, no podía esperar más para tenerlo junto a mí, siendo uno solo.
Rápidamente fui hacia una de las puertas del servicio y la abrí, cogí a Emmett del brazo de nuevo y lo metí en el servicio algo estrecho con él, pero el único sitio medianamente privado allí donde poder hacerle el amor en paz.
-Mierda, como deseo tomarte-gruño el chico cuando me pegue a él en cuerpo y alma.
-Y yo deseo ser tomada-murmure desabrochándole el pantalón, le desabroche botón a botón esa camisa que incordiaba y fui acariciando cada pectoral de su formado y precioso pecho, siguiendo la línea hasta su triangulo, ese que le llegaba a su sexo.
Acariciando, acariciando llegue a su ereccion el cual estaba totalmente despierto, sentí un hambre abrumadora y me lance a los labios de mi tipo ideal. El me recibió con un calor corporal que ni el mismo sol, su roces ardientes eran estremecedores; con sus manos apartando el vestido llegaba a mi piel más sensible por segundo dejándome deseosa de él.
Mis labios seguían su trabajo por todo su mandíbula perfectamente viril mientras que mis manos se movían con decisión quitándole el pantalón enteramente, quería sacarlo cuanto antes de mi vista.
Emmett se quito la blusa el solo para ahorrarme trabajo y con la mirada me señalo el vestido que yo aun llevaba.
-Vamos a hacer esto bien-con delicadeza deslizo el vestido por mi cabeza y lo dejo en el suelo para acariciar la curva de mis pechos.
No pude más que suspirar ante aquello, con tan solo una deliciosa caricia me ponía a mil y lo sabía, o más bien lo notaba; tontamente pensé “siempre quise hacer el amor desnuda pero con tacones”, creo que esta sería la oportunidad para ello y como premio el tipo ideal para cumplirlo.
Rápidamente mire su erección, ¡Dios mío, su espalda no era lo único enorme en su cuerpo! Y eso que aun no le había bajado el bóxer, sonreí pensando cuan pervertida pensaba ser con él, y sin pensando más de dos veces, le baje la ropa interior y examine su virilidad.
Le mire a los ojos antes de bajar sobre mí misma, y poner mis manos alrededor de su sexo y mi boca a dos centímetros de él, le bese la punta y mi lengua le toco; el soltó un gruñido encantador y mis manos siguieron con el juego “calentemos al grandullón”, entre boca y manos, movimientos y lengua juguetona puse a Emmett al borde, pero con otro besito pare el juego y subí poniéndome de pie frente a él.
-¿Me veo pervertida?-pregunte divertida por su mirada lujuriosa.
-Te ves hermosa y excitantemente pervertida- contesto metiendo la mano en mis bragas, las dulces yemas de sus dedos tocaron mi clítoris hinchado y húmedo para comenzar a moverlos con un movimiento circular.
-Este juego es “calentemos a la rubia”-me murmuro al oído, metiendo dos dedos en mi interior mientras que con el pulgar seguía su masaje intimo; comenzó con un ritmo lento entrando y saliendo de mi, y ¡hay dios que dulce tortura!, mi sexo se sentía ardiendo y el mas que sofocarlo lo avivaba con sus dedos, casi como si me acariciara.
Su ritmo se hizo más rápido y lo que antes creía que estaba ardiendo se convirtió en fuego puro y duro, presiono mi botón y jugó con él a su antojo, mientras yo jadeaba y casi suplicaba más. Tome su mano entre la mía y le obligue a sacar sus dedos de mi o moriría de pie, así que tome su erección y la puse en mi entrada; me daba igual si él quería seguir con el juego o no.
-Eres mala, pensaba hacerte llegar a la gloria con mis caricias para ver esa preciosa cara llena de gozo gracias a mi-dijo mordiendo su labio inferior.
-Puedes verme gozar cuando llegue a la gloria con otra cosa-le dije imitando su gesto en mi labio, aunque lo mordía por puro nerviosismo en realidad. Lo quería dentro de mí lo antes posible, quería que el fuego que el había producido y avivado, él mismo lo apagase con su sexo.
-Mujer, me provocas demasiado con ese infantil gesto-murmuro acercándose a mi boca para tomar mi labio inferior con sus dientes junto con un beso abrasador.
-Y tú me provocas con solo existir-conteste contra sus labios, lo note sonreír a la vez que sus manos se ponían en mi cadera y se movían lentamente hasta mi trasero, un segundo después lo note entrar poco a poco en mí.
-Me encantas…-añadió Emmett saliendo y entrando en mí rítmicamente, nuestras caderas chocaban al igual que nuestras respiraciones, sus músculos se contraían por la fuerza y mis piernas se aflojaban por el placer; él vio mi pequeño dilema y me tomo en brazos aun dentro de mí, para ponerme contra la pared del servicio, con mis piernas enroscadas en su cintura.
Pero así además parecía tener más accesibilidad a mis pechos, que fue devorando con fiereza y lamiendo como de un helado se tratase; sus manos en mi trasero, su lengua en mi pezón y su sexo dentro del mío, el sentido del tacto lo tenía obstruido sintiéndome mil veces mejor de lo que me había sentido en toda mi vida.
Y aun así cuando salía de mi y volvía entrar lo sentía como si fuera la primera vez que hacía el amor con alguien, experimentando y concentrándome en las sensaciones, era como una virgen frente a este hombre; como si supiera todo lo teórico y nada practico y así me dejara llevar por él confiando plenamente en Emmett y su pasión devastadora.
Su boca pasó de mis pechos a mi boca como un reclamo, su lengua se adentro como la cosa más dulce que hubiese probado y mis gemidos aumentaron de volumen, afuera la música seguía sonando y aquí todo eran gemidos y gruñidos tentadoramente viriles.
Fuerte, mas fuerte; rápido más rápido, sus caderas chocaron por última vez contra las mías antes de que mis paredes empezaran a contraerse sobre Emmett, el clímax estaba por llegarme y según la cara de mi amado, a él le estaba ocurriendo lo mismo; gruño y envistió una vez mas y ahí ambos llegamos a la gloria, sin poder retenerme dije su nombre entre jadeos y el miro mis ojos como si pudiera ver todo mi ser a través de ellos.
Su beso no fue menos dulce cuando decidió unir nuestros labios por enésima vez, ya dejándome en el suelo con piernas temblorosas y saliendo de mí, no hacía más que besarme los labios, y besar mi cuello.
-Rose…mi Rose…repetiremos muy pronto esta experiencia en una cama y con más lentitud y dulzura-dijo entonces Emmett tomando mi ropa del suelo para entregármela.
-Claro-conteste alucinada por su voz suave hacia mí, creí que no se relacionaría más conmigo después de esta noche y que yo mismo tendría que hacer malabarismos para ganar una cita con él pero creo que me equivocaba.
Me puse la ropa rápidamente observando como él se ponía la suya y le sonreí tímidamente cuando él me pillo mirándole, Emmett acaricio mi mejilla y beso mis labios con lentitud.
-Dulce como la miel, ardiente como el infierno, hermosa como ninguna, mía como tus besos…ahora y siempre-dijo separándose de mí con un suspiro abrumador, ¿de verdad había dicho eso?, definitivamente este era mi Hombre Perfecto.
FIN
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